Tanto en Vietnam como en Camboya, se pesca y se cultiva hasta en el ultimo lugar posible, en el mas inimaginable, podes darte vuelta y verlos pescando en una alcantarilla o sembrando arroz en el macetero del hall de un hotel.
El clima en el que te sumergís cuando comenzas a visitar los templos es hipnotizante, un poco por el calor que te aplasta y gran parte por lo seductor de la obra y las caprichosas y extravagantes formas en las que la naturaleza se apodero de ellos.
Un gran ejemplo de esto son el Ta Prohm y el Beng Mealea.
Los arboles que fagocitan las piedras son gigantes.
Lo que hace majestuoso el enfrentarse a ellos en pose de conquista.
Como velas derretidas, apoyadas por el viento sobre el muro, hace muchos anios. Encendidas por quien?
Inteligentes como pocos, buscan la tierra si obstaculo posible,
Atravesando lo imposible.
Y demostrando su capacidad de seduccion...
El paisaje es surrealista, cuesta tomar conciencia de lo que se tiene delante y sacar fotos se transforma en la actividad mas banal. Lo unico que dan ganas de hacer es estar. Solo eso, estar en ese lugar en ese momento, el resto pierde sentido.
Una vez pasado el shock empezas a disfrutar de descubrir los detalles.
O a los que viven dia a dia en estos escenarios de ficcion, jugando como en la plaza del barrio.
O trabajando.
Observando un poco mas de cerca se encuentran otro tipo de habitantes, algo escurridizos y no tan dispuestos a ser vistos.
Y menos tocados...
Tambien hay otros no tan escurridizos y mas faciles de descubrir.
Pero ellos, los camboyanos, estan en todos lados, disfrutando de jugar con un amigo,
de sus ceremonias,
del relato de un desconocido,
de lavar las ollas,
o de ayudar a barrer la entrada a la pagoda...
Siempre predispuestos a hacerte sentir bien y generalmente con la sonrisa dibujada en la cara.Lamentablemente los dias se agotan y el viaje empieza a terminar. La visita a Siem Reap llegaba a su fin y como si se tratase de un juego, cumplimos con nuestro ultimo deseo:
Conocer Angkor Wat de noche. El sol empieza a caer,
sus torres se iluminan,
y comienza otra historia dentro del templo.
En algun momento Camboya y los camboyanos quedaria atras. Y llego.Los recuerdo bien y con afecto. Por todo lo que vivimos junto a ustedes,
OKUN CHIRAN, CHUP KNIE PELKRAOI (muchas gracias, nos vemos pronto)
