Battambang-5 de Mayo

Faltan solo unas pocas gotas para que rebase. Esa es la sensacion que da ver el paisaje camboyano. Las escenas se duplican, las palmeras se reflejan sobre las piletas anegadas listas para recibir los plantines de arroz. Son llamativamente exuberantes los verdes y la frondosidad de la vegetacion durante la temporada seca que esta terminando, inimaginables durante la de lluvias.Las orillas de los rios y hoy las rutas terminan siendo los ejes de desarrollo de las poblaciones y donde se concentra la mayor cantidad de actividad. Por eso el viaje de 6 horas en bus de Phnom Penh a Battambang resulto ser entretenido y salpicado de situaciones atipicas a nuestros ojos.La segunda ciudad mas importante de Camboya, resulto ser tranquila, un pueblo, solo tres de sus calles tienen nombre, la 1, la 2 y la 3, el resto mudas.
El primer mediodia tomamos un curso de cocina Jemer, pero antes recorrimos el mercado en busca de productos frescos.Luego llego la hora de poner manos al tema y el campo de operaciones estaba listo. Una mesa sobre la vereda y los fuegos con los woks nos esperaban para que empiece el circo.El resultado, termino siendo nuestro almuerzo. Pescado Amok, el plato estrella y una de las especialidades de la gastronomia Jemer.La tarde en cambio, la dedicamos a dar un paseo relax por la ciudad y de paso acomodar la pelambre.
Pero en realidad lo mas atractivo de esta ciudad lo encontramos cuando alquilamos motos y decidimos recorrer sus alrededores. Visitar algunos de sus templos mas antiguos en general emplazados estrategicamente sobre colinas aisladas y dominando un paisaje sereno y profundo.Ella cuidaba que los restos del Wat Banan, donde rezaba todos los dias, no sean fagocitados por la naturaleza.
El Wat Sampeau, conquistaba otra cima y lo cuidaban los monjes budistas.Las motos nos dejaron llegar a lugares increibles y conocer caminos poco frecuentados, tambien nos dejaron un dolor intenso en cada sentada durante el dia siguiente que jamas pudo borrar ni opacar las imagenes que quedaron impresas en mi mente.
Los caminos...Las aldeas...Las flores...Y su gente.Me sorprende la profundidad de la mirada, en particular la de los chicos que logran, en su mayoria, mirar con experiencia. Como si vivieran dos, por cada anio que pasa. Como contandote la vida vivida, entre un pestaneo y otro, en un instante.
Tambien me sorprende la belleza de las mujeres camboyanas, en ellas se resumen los rasgos orientales con el color indio. La sonrisa blanca brillante equilibra el azabache de sus pestanias y el pelo negro profundo brilla como el acero pulido.
Despues de un dia intenso subimos al Norry con nuestras motos y regresamos hacia Battambang.
Lo gracioso de este tren (plataforma de cania de Bamboo montada sobre dos ejes con motor fuera de borda) esta a la vista.
Mas aun, teniendo en cuenta que existe una sola via y te enteras que sirve para circular en los dos sentidos cuando se viene de frente otra formacion. Siempre tiene prioridad de paso el mas cargado, en este caso nosotros, con dos motos y cinco pasajeros, el otro debe desarmar su vehiculo para dejar pasar.

Dos dias completos y la despedida de Battambang era inminente. La vedette de Camboya nos esperaba y las espectativas crecian. Decidimos ir a Siem Reap en bote, un viaje de 10 hs, que se presentaba a priori como agotador. Partimos a las 7:00 y rapidamente los desalentadores augurios desaparecieron.
En el barco los amamanto y cuando la sed supero sus posibilidades recogio agua del rio y les dio de tomar.La atraccion no estaba solo dentro del bote.
Las orillas cobraban vida a medida que el sol subia y nosotros nos adentrabamos por los canales mas estrechos.Los pueblos flotan, la gente trabajaba, saludaba y sonreia.No siempre navegar era sencillo, el rio tiene sus caprichos.Lo interesante es que en este circo no hay publico y actores, las caras de sorpresa son reciprocas.
Alli es donde empieza la funcion.